Epístola de Primera de Pedro VIII
Fred R. Coulter—27 de febrero, 1993
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En la serie, este sermón será primera de Pedro capitulo dos. La última vez llegamos hasta I Pedro 2:8, así que solamente vamos a repasar un poco—y quiero terminar todo el capítulo dos hoy—en lugar de alargarlo un poco más. Creo que es interesante, y cuando terminemos, voy a compilar una lista de todas las órdenes imperativas en I Pedro. Creo que nos vamos a asombrar del número de los mandamientos que están ahí, los cuales nos instruyen exactamente lo que tenemos que hacer.
I Pedro 2:9: “Pero ustedes son una estirpe escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para una posesión de Dios, para que pudieran proclamar Sus excelentes virtudes, Quien los sacó de oscuridad a Su luz maravillosa.”
Pongámosle ahí otra Escritura que no tenía la última vez—la cual está en Colosenses capitulo uno. Hay algunas personas que dicen que ya estamos viviendo el Reino de Dios. Es asombroso cómo las personas se basan en esta escritura para para firmar esto, pero vamos a utilizar sólo un par de Escrituras para desmentirlo. Ahora, no sólo se trata de desmentir esto, sino también de mostrar lo que dice aquí: ‘Quien los sacó de oscuridad a Su luz maravillosa.’
Colosenses 1:12: “Dando gracias al Padre, Quien nos ha hecho calificados para la participación de la herencia de los santos en la luz; Quien nos ha rescatado personalmente del poder de la oscuridad…” (Versos 12-13). Ese es el poder que gobierna al mundo; y ese es el poder que tiene la influencia sobre todo lo que hay.
“…y nos ha transferido al reino del Hijo de Su amor. [Ellos les están diciendo a todos en la Iglesia que ya estamos viviendo el Reino de Dios, y que usted ya ha nació de nuevo—pero ya hemos hablado a profundidad sobre este tema en la serie del Espíritu Santo]…En Quien tenemos redención a través de Su propia sangre, incluso la remisión de pecados; Quien es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación” (versos 13-15) —de aquellos que son nacidos de los muertos.
Ahora vayamos a Hechos capítulo 26 y veremos que Pablo, Pedro, Santiago, y el resto de los apóstoles, predicaron exactamente el mismo Evangelio. Hechos 26:16—está hablando de cuando Pablo fue derribado de su asno, o su caballo, o su camello, o lo que haya sido, yendo a Damasco para perseguir a los cristianos.
Hechos 26:16: “Ahora levántate, y párate sobre tus pies; porque Yo [Cristo] te he aparecido para este propósito: para nombrarte un ministro y un testigo de lo que has visto y de lo que te revelaré. Te estoy seleccionando personalmente de entre la gente y los gentiles, a quienes ahora te envío” (versos 16-17). Aquí estaba uno de los enemigos más grandes de la Iglesia de Dios, siendo convertido en uno de los apóstoles y escritores más prolíficos para los gentiles. Él tuvo que virar y hacer exactamente lo opuesto a lo que estaba haciendo—que era perseguir a los gentiles; matarlos; llevándolos a la cárcel; trayéndolos a juicio ante el sumo sacerdote. Él tuvo que virar y hacer exactamente lo opuesto a lo que estaba haciendo.
Verso 18: “Para abrir sus ojos, para que ellos puedan volver de la oscuridad a la luz y de la autoridad de Satanás a Dios, para que puedan recibir remisión de pecados y una herencia entre aquellos que han sido santificados a través de fe en Mi” (versos 16-18). Ese fue un llamamiento tremendo.
A veces Dios deja que las cosas lleguen a un punto de quiebre, para después darles la vuelta por completo. Así que, no estamos en el Reino de Dios ahora. Más bien, estamos bajo la jurisdicción del Reino de Dios. Porque, ¿Por cuales leyes vivimos? ¡Las leyes de Dios! ¿Por cuál Rey somos guiados? El Rey del Reino, ¡Jesucristo! Nosotros nos sometemos a las leyes de la tierra porque amamos a Cristo; pero no somos de este mundo, hemos sido llamados a ‘salir de este mundo’ y llamados hacia lo que dice aquí, hacia ‘Su luz maravillosa.’ Pero aún no estamos en el Reino, y no lo estaremos hasta el tiempo en que venga el Reino.
Filipenses 3:20: “Pero para nosotros, la… [Conducta o conversación (VRV) —o el motivo de nuestra conducta o ‘politeuo’]…mancomunidad de Dios existe en los cielos…” En otras palabras, estamos mirando hacia Cristo a la mano derecha de Dios, y hacia Dios el Padre para guiarnos con Su Espíritu, para guiarnos en lo que necesitamos hacer, para ayudarnos a crecer en carácter, en gracia, y en conocimiento—pero aún no estamos en el Reino. Y voy a probar eso con otra Escritura en un minuto.
“…desde donde también estamos esperando al Salvador, el Señor Jesucristo… [Porque Él todavía no ha venido]…Quien transformará nuestros viles cuerpos… [Ahí, la palabra cambiar en el griego es ‘metamorphous’]…para que puedan ser conformados a Su glorioso cuerpo… [Entre más viejos y entre más cosas se nos empiezan a salir de las manos, más buscamos eso—más buscamos cambiar este modelo viejo por uno nuevo]…de acuerdo al trabajo interno de Su propio poder, por el cual Él es capaz de someter todas las cosas a Sí mismo” (versos 20-21).
Ahora vayamos a Apocalipsis 11 para comprobar que cuando venga el Reino de Dios, nosotros formaremos parte de él y estaremos en él— porque eso va a suceder en la resurrección; pero ahora nosotros somos gobernados por el Reino de Dios. Cuando ellos dicen que el Reino de Dios está aquí ahora, están respaldando la conclusión a la que llegó la iglesia católica. La iglesia católica ha concluido que ella es el Reino de Dios en la tierra, y que el papa es el vicario de Cristo y que Cristo no va a volver y usted no va a ser resucitado—usted va a ir al cielo. Ellos tienen todo completamente descompuesto y muy lejos de lo que enseña la Biblia.
Apocalipsis 11:15: “Entonces el séptimo ángel tocó su trompeta; y hubo grandes voces en el cielo diciendo, ‘Los reinos de este mundo han llegado a ser los reinos de nuestro Señor y Su Cristo, y Él reinará en los siglos de eternidad.’” Ahora, ¿Qué dijo Cristo cuando Pilato le preguntó si Él era un rey? ¿Alguien recuerda la respuesta? ‘Para esto Nací, pero Mi Reino es’ ¿Qué? ‘No de este mundo.’ Así que no se engañe con eso de que ya estamos viviendo en el Reino de Dios y con todo ese tipo de cosas. Nosotros hemos sido llamados a ‘salir de la oscuridad a Su luz maravillosa.’
I Pedro 2:10: “Quienes una vez no eran un pueblo… [Esta declaración fue hecha para diferenciar a aquellas personas que eran de Israel, y que decían ‘Nosotros somos el pueblo de Dios.’ Claro que, ahora que Cristo ha venido, ellos no son el pueblo de Dios—y ya les mostraré eso en un momento, cuando leamos el libro de Oseas]…pero ahora son el pueblo de Dios… [En el Nuevo Testamento, lo más importante es que usted le pertenece a Dios. Todas las demás cosas son secundarias. Todas las demás cosas no tienen validez para Dios. Sino el hecho de que somos el pueblo de Dios.]…quienes no habían recibido misericordia, pero ahora han recibido misericordia.”
Agreguemos un par de Escrituras a aquí, para que podamos ver exactamente cómo Pedro está enseñando lo mismo que Pablo. Vayamos a Efesios capitulo dos para ver lo que es importante para nosotros. Y yo pienso que el libro de Efesios representa el pináculo más alto de lo que dice el Nuevo Testamento acerca de la Iglesia y acerca del plan de Dios.
Efesios 2:8: “Porque por gracia han sido salvos… [El griego ahí es habiendo sido salvos—tiempo pasado; porque cuando usted es llamado, y es bautizado, y recibe el Espíritu Santo de Dios, usted es salvo del poder de Satanás y de la oscuridad. Sólo pongan en sus notas I Corintios 15:1-2—que habla acerca del Evangelio en donde usted se encuentra. Y al hacer eso, usted está siendo salvo. También sabemos que ahí habla de aquellos que resistieron hasta el final, donde dice que ‘los mismos serán salvos.’ Así que, en realidad la salvación tiene tres partes:
· Haber sido salvos de Satanás y del poder de la oscuridad
· Nosotros estamos siendo salvos; si estamos en el Evangelio y caminamos en él
· Seremos salvos cuando Cristo regrese
Pero eso es a través de la gracia.
Parece que eso es algo que está faltando en muchas de las iglesias de Dios. Ellos no entienden la gracia. Algunas hablan de la gracia, pero no la entienden para nada. Así que en el transcurso de los próximos dos meses, voy a dar un sermón que hable sobre: ¿Cómo sería una iglesia de los Fariseos? {Ver serie de sermones: Judaísmo vs. Escrituralismo} y pienso que se van a asombrar. Era demasiado parecida a la iglesia en la que ustedes estuvieron alguna vez. ¡Es increíble!
Entonces es “…por gracia han sido salvos a través de fe, y esta no es de ustedes mismos…” (Verso 8). Es interesante que diga que ‘no de ustedes mismos’ porque la palabra de en el griego es ‘ek’ y significa que no sale de dentro suyo. Cuando las personas buscan salvación dentro de sí mismos, nunca llega. Y como lo hemos dicho anteriormente, esa es la historia de Job. Ya lo he mencionado muchas veces, pero aún recuerdo la primera vez que yo leí y estudié la historia de Job. Job realmente pensaba que Dios fue injusto con él, y yo también pensé que Dios se había equivocado. Es decir, ¡Miren a este hombre! ¡Miren todo lo que hacía! Él realmente era bueno comparado conmigo/o con cualquiera de nosotros, y aun así Dios permitió que le sucediera todo eso para que él pudiera darse cuenta que la salvación no viene de dentro, ni de ninguna de sus acciones— ¡Sino que viene de Dios!
“…es el regalo de Dios…” (Verso 8). Ahora, ¿Cuáles son otros de los regalos de Dios?
· La gracia
· La fe
· La salvación
· El Espíritu Santo
¿Recuerdan a Simón el Mago? Él pensaba que podía ¿Hacer Qué? ¡Comprar el regalo de Dios! Así que, TODO viene de Dios.
Verso 9: “…No de obras… [No como en una competencia atlética en donde el más rápido, el más fuerte, el más alto, es el que se hace acreedor de estas cosas]…para que nadie pueda jactarse.”
¿Piensan que si Job hubiera ganado esa batalla contra Dios hubiéramos sabido el final de ella? ¡Piénsenlo! ¡Ni siquiera Job pudo jactarse! Porque él mismo dijo al final: ‘Hablé de cosas que no conocía, y me arrepiento en cilicio y cenizas.’
Aquí está todo el propósito de nuestro llamamiento y de lo que estamos haciendo, así que no importa quiénes éramos antes de que Dios nos llamara, porque si somos el pueblo de Dios, todos somos el pueblo de Dios. Verso 10: “Porque somos Su hechura…” no la nuestra, ni la que hicieron nuestros padres. Y no importa en qué país estemos. Somos ‘Su hechura’ porque Dios está trabajando con nosotros.
“…creados en Cristo Jesús hacia las buenas obras… [Las cuales son ‘las buenas obras’ que vamos a cubrir en una buena parte de I Pedro 2]…que Dios ordenó de antemano para que pudiéramos caminar en ellas” (verso 10).
Ahora, veamos cómo Pablo y Pedro están de acuerdo en esto, verso 11: “Por lo tanto, recuerden que ustedes alguna vez fueron gentiles en la carne, quienes son llamados incircuncisión por aquellos quienes son llamados circuncisión hecha por manos en la carne; Y que estaban sin Cristo en aquel tiempo, alienados de la mancomunidad de Israel, y ajenos a los pactos de promesa, no teniendo esperanza, y sin Dios en el mundo.” (Versos 11-12). Y es por eso que Pedro dijo, ‘Quienes no son un pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios.’ En un momento vamos a ver que aquellas personas que eran el pueblo de Dios, ahora ya no son el pueblo de Dios.
Cuando estuve en Los Ángeles di un sermón titulado: La Pascua de los Rechazados—que fue una extensión de lo que viene en el libro. Ahora, como el libro ya estaba en las impresoras y las páginas ya estaban tomadas, ya no se podían hacer cambios sin incurrir en gastos. Por una parte, que bueno que no esté en el libro porque se pone muy fuerte, pero para no hacer tan larga la historia—lo que dice es que las personas que guardan la Pascua en el 15to día, están guardando la Pascua de los Rechazados.
Sólo aquellos que son parte del pueblo de Dios pueden guardar la Pascua en el 14to día, porque ese es el Día del Pacto. Recuerden que: no hay tal cosa como un Antiguo Pacto ‘continuo,’ porque el Antiguo pacto terminó con la muerte Cristo. Lo que sí hubo fue un espacio de 40 años de solapamiento entre el fin del Antiguo Pacto y la desolación completa del templo. Ahora, ese solapamiento de 40 años, fue un tiempo en el que Dios permitió que pasaran cosas en la transición. Pero no hay tal cosa como un Antiguo Pacto continuo. Ese pacto murió con Cristo.
Así que, no se dejen engañar por personas que tratan de revivir el Antiguo Pacto, o que tratan de vivir sólo por el Antiguo Testamento sin Cristo—porque Pablo dijo, ‘Recuerden que las Santas Escrituras que han conocido desde que eran niños, son capaces de hacerlos sabios hacia la salvación’— ¿A través de Quién? ¡A través de Jesucristo! Como dije, la Pascua del 15to día es simbólica para aquellos que han sido desatados de Dios, pero que aun así quieren afirmar que siguen siendo parte de Dios… y que nosotros no. También Carl Franklin y yo estamos trabajando en una investigación para resumir lo que realmente sucedió entre la crucifixión de Cristo y la muerte de Juan.
Verso 13: “Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes quienes estuvieron una vez lejos son acercados por la sangre de Cristo. Porque Él es nuestra paz, Quien ha hecho de ambos uno, y ha roto el muro intermedio de partición, habiendo anulado en Su carne la enemistad, la ley de mandamientos contenida en los decretos de hombres…” (Versos 13-15). Esos son todos los códigos de la ley del judaísmo, la cual prohibía a los judíos asociarse con alguien que no fuera de su raza.
“…para que en Sí mismo pudiera crear ambos en un hombre nuevo, haciendo la paz… [Y ese ‘hombre’ es el Cuerpo de Cristo]…Y para que pudiera reconciliar ambos a Dios en un cuerpo a través de la cruz, habiendo matado la enemistad en ella. Entonces cuando vino Él, predicó el evangelio—paz a ustedes quienes estaban lejos y a aquellos que estaban cerca. Porque a través de Él tenemos ambos acceso directo por un Espíritu al Padre” (versos 15-18).
Entonces, ahí quedó la religión exclusivista— ¿No? Si usted tiene acceso a Dios el Padre, entonces no tiene necesidad de todo tipo de cosas físicas; no necesita que un sacerdote le dé permiso para orar, o para estudiar, o para hacer cualquiera de las cosas que Dios quiere que hagamos.
Miren cómo esto encaja con lo que estamos viendo en I Pedro 2. Verso 19: “Así entonces, ustedes ya no son más extraños y extranjeros; sino son conciudadanos [o parte del pueblo de Dios] con los santos, y son de la familia de Dios. Están siendo construidos sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, Jesucristo mismo siendo la Piedra angular principal [Piedra de fundamento]” (versos 19-20).
Cuando hablamos de esto, también nos viene a la mente I Corintios 3:12, donde dice: que nadie es capaz de colocar ningún otro fundamento además del que ha sido colocado, el cual es Jesucristo. A mí todavía me siguen llegando casetes de esos ministros que están volviendo al fundamento de Herbert Armstrong—pero ellos necesitan volver al fundamento de Cristo porque si sólo vuelven al fundamento de Herbert Armstrong, van a terminar con el vaso medio lleno. En cambio, si nosotros construimos sobre el fundamento de Cristo y dejamos que Su Espíritu esté dentro de nosotros, y crecemos en gracia y en conocimiento, entonces terminaremos con el vaso lleno—porque eso es lo que Dios quiere que tengamos.
Oseas 1:1—yo creo que este es un buen ejemplo para todos aquellos a quienes les gustaría ser profetas. ¿Es esto lo que les gustaría hacer? Porque cuando uno es profeta entonces tiene que hacer todo lo que Dios le ordene. Aunque esto no llega al nivel de lo que Dios le ordenó a Ezequiel, para mí seguiría siendo sumamente difícil.
Oseas 1:1: “La Palabra del SEÑOR que vino a Oseas, el hijo de Beeri, en los días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en los días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel. El principio de la Palabra del SEÑOR por medio de Oseas. Y el SEÑOR dijo a Oseas: “Ve, toma para ti una esposa de fornicaciones.’” (Versos 1-2). ¡Qué difícil! ¿No? Eso sería como decirle en lenguaje actual: ‘Oseas, ve por el distrito de la luz roja, y consíguete a una de esas mujeres de ahí.’
“‘…e hijos de fornicaciones, porque la tierra ha cometido grandes fornicaciones por completo, apartándose del SEÑOR.’ Así que él fue y tomó a Gomer la hija de Diblaim, quien concibió y le dio un hijo.” (Versos 2-3). ¿Cómo les gustaría que a sus hijos les llamaran así?— porque aquí Oseas les va a poner nombres que significan algo.
Verso 4: “Y el SEÑOR le dijo, ‘Llama su nombre Jezreel, porque aún un poco de tiempo, y Yo vengaré la sangre de Jezreel sobre la casa de Jehú, y haré que cese el reino de la casa de Israel. Y será, que en aquel día Yo quebraré el arco de Israel en el valle de Jezreel.’ Y ella concibió de nuevo y dio a luz una hija. Y Dios le dijo a él, ‘Llama su nombre Lo-Ruhama, pues Yo ya no tendré misericordia sobre la casa de Israel…’” (Versos 4-6). Así que Dios puso a la casa de Israel en la misma categoría donde estaban el resto de las naciones, es decir, sin misericordia. Y eso es a lo que se refería el Apóstol Pablo al decir que hubo un tiempo en el cual estuvieron ‘sin misericordia’—y sin el conocimiento de Dios.’
“‘…Sino que los quitaré por completo. Pero tendré misericordia sobre la casa de Judá, y los salvaré por el SEÑOR su Dios, y no los salvaré por arco, ni por espada, ni por batalla, ni por caballos, ni por jinetes.” (Versos 6-7). Claro que con todo esto, Judá dijo ‘¡Hurra! Dios está con nosotros, Él ya se deshizo del resto de las tribus de Israel, y ahora tenemos toda bendición para nosotros.’ Pero ¿Qué fue lo que hicieron? Se dieron la vuelta e hicieron peores cosas todavía que las que había hecho Israel.
Verso 8: “Y después de haber destetado a Lo-Ruhama, ella concibió y dio a luz un hijo. Y Él dijo, “Llama su nombre Lo-Ammi, porque ustedes no son Mi pueblo, y Yo no seré su Dios.’” (Versos 8-9). Esas son palabras fuertes. Aquí Dios está diciéndoles ‘Ya no voy a ser su Dios, y ustedes ni siquiera son Mi pueblo.’ ¿Qué sentirían si entraran en la casa de su padre a quien aman, y que él les dijera, ‘¿Quién eres?’? ‘Pues soy tu hijo’ o ‘soy tu hija.’ Y ¿Qué sentirían que él les respondiera: ‘Ni siquiera te conozco, sal de mi casa.?’
Verso 10: “Sin embargo, el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, la cual no se puede medir ni contar. Y será en el lugar donde les fue dicho a ellos, ‘Ustedes no son Mi pueblo,’ ahí se les dirá a ellos, ‘Ustedes son los hijos del Dios vivo.’” Ahora ¿De cuál Israel está hablando? Aquí está hablando sobre el nuevo Israel—o la Iglesia—porque esto aplica para todas las personas que previamente estuvieron en la categoría de no ser el pueblo de Dios. Entonces cuando dice, ‘ustedes serán los hijos del Dios vivo,’ está refiriéndose a nosotros y al nuevo Israel.
Verso 11: “Entonces los hijos de Judá y los hijos de Israel se reunirán…”—que es lo que va a suceder cuando Cristo regrese—él va a reunir a Israel y a Judá, y nosotros seremos los hijos del Dios vivo resucitado— ¿Cierto? Él va a reunirlos y va a reconciliar todas las cosas cuando Cristo regrese. Así que para no hacer la historia tan larga, el punto es que Dios ha puesto a todas las personas en la misma situación.
Ahora volvamos a I Pedro 2:11: “Amados, yo los exhorto, como a extranjeros y residentes temporales, a restringirse ustedes mismos de los deseos carnales los cuales guerrean contra el alma.” Y la razón es: porque el cumplimiento de los mismos destruye el alma. Conectemos algunas Escrituras con esto. No vamos a ir ahí pero escriban en sus notas Romanos 7— que habla sobre la ‘ley del pecado y la muerte’ y sobre no poder hacer las cosas que queremos por causa de esa misma ley.
Ahora vayamos a I Juan 2:15 y veamos cómo podemos combatir los deseos carnales que guerrean contra el alma. Aquí está cómo podemos abstenernos de nuestros deseos carnales. “No amen al mundo… [Porque si amamos al mundo vamos a hacer lo que el mundo hace, vamos a actuar como el mundo actúa, y vamos a hablar y a escucharnos como el mundo]…ni las cosas que están en el mundo… [Porque este es un amor que reemplaza el amor de Dios, o en su caso, que completa ausencia de ese amor.]…Si cualquiera ama al mundo, el amor del Padre no está en él…” ¿Por qué? Porque nosotros debemos estar creciendo fervientemente, esperando ser vestidos de lo alto— por todos los pecados y dificultades que hay en el mundo.
Estoy muy agradecido de no haber estado en Nueva York cuando estalló esa bomba. [Refiriéndome al primer bombardeo del WTC en 1993] Se dice que había un gran cráter en el interior de ese edificio, el cual sólo podía ser consecuencia del estallido de una bomba— ¡Increíble! Yo no lo sabía, pero ¿Saben cuántas personas trabajaban en ese edificio? ¡Ciento treinta mil personas! Y nosotros con una población de casi 40,000 en todo el condado de Hollister, sentimos que ya estamos muy poblados. Yo no sé ustedes, pero ¿Cómo les gustaría trabajar en ese edificio? En el último piso hasta arriba. Y ¿Qué tal si descubrieran cómo meter suficientes explosivos ahí? —Porque ustedes ya han visto los edificios que han destruido.
¿Qué tal si descubren como escabullir suficientes explosivos para hacer que todo el edificio colapse? No hemos visto nada aun, ¡Pero eso sería terrible! Y déjenme decirles que en emergencias como esa—todo aquello en lo que se enorgullecen las personas, y todo lo que piensan que son se queda de lado; porque todos salen a ayudarse unos a otros, y porque en ese momento lo único en lo que uno piensa es en salvarse el pellejo. No sé cuántas personas se hayan quedado estancadas en los elevadores, pero ahí estaban… ¡Estancados! ¡Sin aire, sin nada! Al final cuando empezaron a abrir los elevadores, hallaron personas inconscientes en el suelo. En otras palabras, estaban casi muertos.
¡Así que es impresionante! Si usted sale y ama al mundo, va a terminar comiendo en la mesa del mundo. ¿Recuerdan ustedes cómo le dicen a la ciudad de Nueva York? ¡La Gran Manzana! Y eso es en referencia ¿a qué? Al pecado de Adán y Eva al comer del árbol de la ciencia del bien y del mal. ¡Es asombroso!— ¿No?
Verso 16: “Porque todo lo que está en el mundo—la lujuria de la carne, y la lujuria de los ojos, y el orgullo pretencioso de la vida física—no es del Padre, sino es del mundo. Y el mundo y su lujuria está desapareciendo, pero aquel que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (versos 16-17). Esa es la mejor manera de evitar la lujuria de la carne.
Volvamos a Gálatas capitulo cinco, y veamos un conflicto que siempre ha estado ahí. Es una batalla interna; una guerra interna que no se termina. Pero si usted realmente ama a Dios con todo su corazón, mente, alma y ser—y no está amando al mundo—entonces esa guerra no será tan intensa.
Gálatas 5:16: “Entonces esto digo, caminen por el Espíritu… [Esto es: dejar que el Espíritu de Dios lo guie en su vivir; dejar que el Espíritu de Dios lo guie en su corazón, en su mente, en su actitud; y vivir por las leyes y los mandamientos de Dios] (Noten):…y no cumplirán la lujuria de la carne.” Así es como se evita la lujuria de la carne que destruye el alma. También pueden poner en sus notas I Corintios 6, que dice, ‘huyan de la fornicación, pues el que comete fornicación peca contra su propio cuerpo.’ Así que la única forma de no ser atrapados en la lujuria de la carne, es caminar en el Espíritu.
Verso 17: “Porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne; y estas cosas son opuestas una a la otra, para que ustedes no puedan hacer esas cosas que desean hacer. Pero si son guiados por el Espíritu, no están bajo ley” (versos 17-18). Y eso significa que no está bajo el juicio de la ley. ¿Por qué? ¡Porque usted tiene la gracia de Dios! No gracia para pecar, sino para poder tener el Espíritu y la Ley de Dios, y poder ser aceptados por Él.
Ahora vayamos a otra Escritura en I Corintios 15:58: “Así que entonces, mis amados hermanos, sean firmes, inamovibles, abundando siempre en la obra del Señor… [Y ¿Qué es ‘la obra del Señor’? ¡Dios trabajando en usted! La ‘obra del Señor’ no es necesariamente lo que un hombre esté haciendo. Esto lo digo porque hay demasiados hombres que tienen un ídolo llamado ‘obra del Señor’—y esta escritura de aquí no está hablando de lo que muchos ministros conciben como ‘la obra del Señor’—ni de lo que ellos hacen. Lo que aquí está diciendo es que ustedes deben estar]:…abundando siempre en la obra del Señor… [La cual está en usted]… sabiendo que su trabajo no es en vano en el Señor.”
Ahora agreguémosle un par de Escrituras más—no vamos a ir ahí, pero sí sería bueno que pongan en sus notas: Filipenses 4:1 y Santiago 2:5. Estas dos se relacionan directamente con lo que estamos hablando, y con mantener nuestra mente en lo que estamos haciendo.
I Pedro 2:12: “Teniendo su forma de vida honesta entre los gentiles, para que, aunque ellos hablan contra ustedes como malhechores…” Aquí más que nada está hablando sobre chismes y calumnias, como cuando no decoramos nuestras casas para Halloween ni Navidad, y nuestros vecinos empiezan a decir cosas de nosotros o a señalarnos. Eso es a lo que este verso se refiere.
“…a través de haber presenciado sus buenas obras… [Que es la obra que Dios está haciendo en usted—y sus buenas obras. Porque los cristianos sí hacen esas cosas que otras personas no hacen] …ellos puedan glorificar a Dios en el día de visitación.” Y ¿Cuál va a ser el ‘día de la visitación’ para ellos? ¡La segunda resurrección! Y entonces ellos van a decir, ‘¡Ah sí! ¡Recuerdo eso!’
Verso 13: “Por lo tanto, sométanse ustedes mismos…” Y es importante mencionar que aunque esta sí es la traducción apropiada, la palabra ‘someter’ en el griego es más débil que el significado ‘humilde sumisión a todo capricho o antojo’ y un poco más fuerte que ‘deferir de’; y que ‘respeto.’ Esta expresión no está diciendo que debamos someternos a cualquier capricho de las autoridades—porque si usted hace eso, la burocracia va a acabar por arruinarle la vida.
“…a toda institución humana por motivo del Señor… [Y esa es la razón por la que lo hacemos]… ya sea al rey, como supremo, o a los gobernadores…” (Versos 13-14). Así que debemos hacer esto por amor al Señor, sin que eso signifique que el rey—en este caso—sea superior a Dios. Aquí no existe ninguna implicación de ese tipo. Siempre debemos mostrar respeto, y elegir tener respeto y cooperar—porque como veremos en un minuto, esto lo hacemos porque somos libres y libres en Cristo.
Verso 14: “o a los gobernadores… [Que también incluye a los magistrados como los jueces civiles. Por ejemplo: Si usted recibe una multa, entonces tiene que ir ante el juez para que él le diga lo que tiene que pagar, y si usted le dice ‘Juez, yo no quiero pagar tanto.’ Lo que él va a hacer es golpear su martillo y decirle que lo pague.] …como enviados por él para ejecutar venganza contra malhechores… [Que por un lado, se supone que ese es su trabajo]…y para alabar a aquellos quienes hacen bien.”
Si quieren también pongan Romanos 13 en sus notas, donde dice que todos los poderes han sido establecidos por Dios, y que están ahí para ejecutar venganza contra los malhechores. Ahora, se supone que eso lo hacen por un lado, y que por otro lado alaban a los que hacen el bien. Vamos a ver que el Apóstol Pablo habla mucho sobre el bien hacer en todo momento—y que el término en griego para para aquellos que hacen el bien es: ¡bien hechores! Eso es lo que significa.
Verso 15: “Porque así es la voluntad de Dios, que al hacer bien ustedes mismos… [Esto es, en su conducta personal—porque la expresión ‘ustedes mismos’ es la voz media en el griego, la cual significa que usted mismo está haciendo esto] …puedan silenciar la ignorancia de hombres insensatos.” En otras palabras, ellos no saben nada acerca de lo que usted está haciendo ni de por qué lo hace. Ellos observan lo que usted hace, y lo único que pueden concluir es que lo que está haciendo está bien.
No sé cómo sea el ambiente donde usted vive, pero realmente se está volviendo difícil encontrar a alguien en el mundo para quien trabajar, y que sea una persona medio decente. Yo no sé cuál sea su situación, pero ¡vaya que eso pasa muchas veces! Como ustedes saben, yo soy un agente de registro para un par de oficinas… y en una ocasión una oficial de préstamos quiso empezar su propio negocio. Así que ella creó un gran estrago y robó un préstamo, y luego yo tuve que ir a negociar — le dije ‘que ella no podía hacer uso de ese préstamo’ porque el nombre de la compañía estaba en la valorización; así que por ley, les pertenecía a ellos; ‘Ay, no sabía eso.’ Y yo le dije, ‘Sí, les pertenece; para eso está ahí.’ Así que eso hizo que el dueño se alegrara de tenerme como agente, porque otro en mi lugar no habría salido a resolver el asunto. Para no hacer tan larga la historia, el caso es que le ahorré como tres mil dólares. A veces tienen que hacerlo así para que ‘puedan silenciar la ignorancia de hombres insensatos.’
Aquí está la manera en que debemos hacerlo, verso 16: “Como libres…” Que en otras palabras, significa hacerlo por nuestro propio libre albedrio. Nosotros elegimos hacerlo, aunque con la naturaleza humana que tenemos… es difícil elegir lo contrario. Eso es parte de la lujuria que guerrea contra la carne— ¿Cierto? ¡Es difícil! Lo sé. A veces cuando las cosas salen mal, empiezo a murmurar dentro de mí. Y cuando alguien me pregunta: ‘¿Qué estás diciendo?’ Le digo que sólo estoy murmurándome a mí mismo para no meterme en problemas.
“…y no usando su libertad como una cubierta para maldad… [Lo cual tiene una fraseología muy interesante, ¿no creen? ¿Cuántas personas no usan un buen oficio como pretexto para la maldad? Podríamos agregar todo tipo de personas en esa lista—pero en lugar de agregarlas, vamos a ver algunas Escrituras que nos muestran lo que debemos hacer. Como personas libres: Libres del pecado, y libres ante Dios… pero]…como siervos de Dios.” Estas son cualidades reales de nuestra existencia— ¿No es así?
· Somos libres para elegir
· Somos libres en este mundo
· Somos libres del pecado
· Y al mismo tiempo, somos siervos de Dios
Ahora veamos algunas Escrituras para conformar todo esto.
(Ir a la siguiente pista)
Vayamos a Juan 8:31 porque esta libertad que Dios nos ha dado es realmente fantástica. Sólo piensen en cuantas personas están esclavizadas al mal, a la lujuria, y a sus propias pasiones—sin poder evitarlo o hacer algo al respecto.
Juan 8:31: “Por tanto, Jesús le dijo a los judíos que habían creído en Él… [Porque estos eran judíos que le decían ‘Tú eres un buen Maestro; nos caes bien; Vamos a seguirte porque creemos en lo que dices.’ Pero miren lo que Él les dijo, para que vean cuánto duró su creencia]… ‘Si continúan en Mi Palabra, son verdaderamente Mis discípulos. Y conocerán la verdad, y la verdad los liberará’” (versos 31-32).
Nosotros:
· Somos libres de las mentiras
· Somos libres del pecado
· Somos libres de una consciencia culpable
Y todo esto por medio de la ¡Gracia libre de Dios!
Verso 33: “Ellos le respondieron, ‘Somos semilla de Abraham, y nunca hemos estado en servidumbre de nadie. ¿Qué quieres decir con, “Llegarán a ser libres”?’ Jesús les respondió, ‘Verdaderamente, verdaderamente les digo, todo el que practica pecado es siervo del pecado’” (versos 33-34). Y nosotros debemos ser lo opuesto. Debemos ser siervos de la justicia para ser libres del pecado.
Ahora vayamos a Romanos capitulo cinco donde se habla un poco más acerca de esto. Como el tema de la gracia es un poco complicado, sólo quiero destacar un verso para mostrar la diferencia entre el pecado, y la gracia que nos trae libertad ante Dios.
Romanos 5:15: “Pero ¿No debería el regalo gratuito ser igual como lo fue la ofensa?... [Ese es el pecado de Adán, y el pecado que cometen los seres humanos]…Porque si por la transgresión de aquel hombre muchos murieron, ¿Cuánto más abundó a muchos la gracia de Dios, y el regalo de gracia?… [Y ese regalo (como veremos) es ser puestos en buena posición ante Dios y tener el sacrificio y la justicia de Jesucristo aplicados a usted, ¡como un regalo! Es por eso que podemos ser libres] …¿y el regalo de gracia el cual es por aquel hombre, Jesucristo?”
Verso 21: “Para que incluso como el pecado ha reinado hacia muerte, así también pudiera la gracia de Dios reinar mediante justicia hacia vida eterna a través de Jesucristo nuestro Señor.”
Romanos 6:1: “¿Qué diremos entonces?...” Usemos esta gracia como pretexto para el pecado. Usemos esta gracia para continuar en el pecado porque así Dios va a estar obligado a darnos más gracia ¿No? Eso no es lo que significa en lo absoluto, pero sí es lo que muchas personas piensan.
“… ¿Continuaremos en pecado, para que la gracia pueda abundar? ¡DE NINGUNA MANERA!... [En otras palabras, ni siquiera cuenten ese pensamiento como digno de existir]…Nosotros quienes morimos al pecado, ¿Cómo viviremos más en el?” (Versos 1-2)—porque hemos sido liberados de la servidumbre al pecado.
Y esta es una libertad tremenda, hermanos. Muchas personas decaen y se desaniman tratando de luchar y de vencer su propia naturaleza humana. Se miran a sí mismos y piensan en lo indignos que son; ellos también ven lo difícil que es vivir en la carne, y dicen: ‘¡Qué difícil es tener esta guerra dentro de mí! Nunca voy a lograrlo; nunca voy a vencer. ¿Cómo puede Dios siquiera pensar en mí?
Escuchen: La gracia de Dios los cubre—de eso está hablando aquí porque Dios sabe lo que es esa guerra y esa lucha, y lo que usted necesita hacer es rendirse aún más ante Dios. Y cuando usted haga eso, poco a poco va a ir entendiendo lo que significan las palabras: ‘Anden en el Espíritu, y no cumplirán la lujuria de la carne’ (Gálatas 5).
Verso 16: “¿No se dan cuenta que a quien ustedes ceden como siervos para obedecer, son siervos de aquel que obedecen, si es de pecado hacia muerte, o de obediencia hacia justicia?... [Nosotros debemos ser siervos de Dios— ¿Correcto? ¡Sí!]…Pero gracias a Dios, que eran siervos de pecado, pero han obedecido de corazón esta forma de doctrina… [Que es lo que a Dios realmente le interesa. Y ahí tenemos esa palabra asquerosa de nuevo—doctrina—porque a las personas no les gusta la doctrina; pero está ahí. ‘Doctrina’ significa enseñanzas]…la cual fue entregada a ustedes; y habiendo sido librados del pecado…” (Versos 16-18).
Entonces, pregúntese:
· ¿Cristo murió? ¡Sí!
· ¿Fue Él resucitado? ¡Sí!
· ¿Se ha arrepentido usted de sus pecados? ¡Sí!
· ¿Fue usted bautizado, muriendo en el sepulcro de agua? ¡Sí!
· ¿Fue usted levantado de ese sepulcro de agua? ¡Sí!
· ¿Ha recibido usted el Espíritu de Dios? ¡Sí!
Si usted respondió sí a estas siete preguntas, entonces usted ha sido liberado del pecado en la presencia de Dios. No hay tal cosa como una tarjeta de puntuación ante Dios. Dios no pesa el bien el mal en una balanza, sino que esa es la manera en que nosotros pensamos. No, aquí dice ‘ustedes eran los siervos del pecado.’
Verso 18: “Y habiendo sido librados del pecado, se convirtieron en siervos de justicia.” Y ese proceso de llegar a ser siervos de justicia, implica tener que batallar con la naturaleza humana. Hay otras personas que andan por ahí mintiendo, haciendo trampa, y que hacen todo tipo de cosas sin tener consciencia de ello. Algunos de ellos están tal mal, que en oficinas de alto rango en algunas empresas ya no distinguen entre una mentira y otra. Pero cuando usted se convierte en siervo de la justicia, entonces hay una batalla.
Verso 19: “Hablo desde un punto de vista humano por la debilidad de su carne… [No ‘enfermedad’—no es que estemos enfermos, sino que somos débiles]…porque así como una vez cedieron sus miembros… [O todo su cuerpo]…en esclavitud a la impureza, y a la ilegalidad hacia la ilegalidad, así ahora cedan sus miembros… [O cada fibra de su ser]…en esclavitud a la justicia hacia la santificación. Porque cuando eran siervos del pecado, eran libres de justicia. Por tanto, ¿Qué fruto tuvieron entonces en las cosas de las cuales ahora están avergonzados? Porque el resultado final de aquellas cosas es muerte. Pero ahora que han sido librados del pecado y se han convertido en siervos de Dios, tienen su fruto hacia la santificación, y el resultado final es vida eterna… [Entonces, ahí entra el verso que nos sabemos de memoria, el cual dice]:…Porque la paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna a través de Cristo Jesús nuestro Señor” (versos 19-23).
Entonces, nosotros debemos ser siervos de Dios, y en I Corintios 6:19 se nos dice que ustedes “fueron comprados con un precio, y no son de ustedes mismos.” Usted le pertenece a Dios. Y si usted le pertenece a Dios, entonces es de Él.
Hay cuatro mandamientos directos en I Pedro 2:17:
· “Muestren honor a todos…”—hablando sobre respeto
· “…Amen a la hermandad…”
· “…reverencien [teman] a Dios…”
· “…y honren al rey.”
Y esto tenemos que hacerlo:
o Con todos en general
o Con todos aquellos en la Iglesia
o Tenemos que temer a Dios
o Y luego, tenemos que honrar al rey.
Es muy interesante la manera en que lo plantea.
Él quiere ponernos el ejemplo de algo muy importante que necesitamos entender, verso 18: “Siervos… [O esclavos—porque en el griego la palabra es: ‘doulos’]… sométanse ustedes mismos a sus amos con todo temor—no sólo a los buenos y gentiles, sino también a los duros e injustos.”
Y estoy seguro que esto describe muy bien la experiencia que tenemos algunos de nosotros con nuestros empleadores. Sería ideal que todos fueran personas gentiles y buenas, pero es difícil someterse a aquellos que son miserables, duros, injustos, y exigentes. ¿No? ¡Vaya que sí! Ahora, eso no significa que debamos dejar que nos atropellen—pero si nosotros realmente amamos a Cristo, y hemos sido liberados del pecado para ser siervos de Dios—entonces debemos tener esta clase de actitud hacia las personas. Yo sé que a veces es difícil, pero le aseguro que con el tiempo las personas lo van a respetar más usted; van a tenerlo en más alta estima—y lo más importante—Dios lo va a bendecir.
Verso 19: “Porque esto es aceptable…” Es interesante que la palabra griega para ‘aceptable’—en el verso 19 y en la última parte del verso 20—sea un derivado de ‘gracia’. En otras palabras, esta es una acción de gracia. ¡Piénsenlo! Y cada vez que tengan que soportar a personas así, recuerden que esto sólo es posible a través de la gracia. Lo más normal en esas situaciones sería repartir golpes y salir por la puerta, pero el someterse a Dios por causa de ser sus siervos es una acción de gracia.
“…si por amor de consciencia hacia Dios… [O motivación]…cualquiera soporta dolores, sufriendo injustamente… [Esto es aceptable y una acción de gracia hacia Dios]…Porque ¿Qué elogio hay si desobedeciendo y siendo golpeados? [O castigados]…” (Versos 19-20). ¡Eso es lo que les sucedía a los esclavos! Si ellos no obedecían o no hacían el bien… se les daba un golpe o latigazo en la espalda.
“…Porque ¿Qué elogio hay si desobedeciendo y siendo golpeados lo soportan?... [En otras palabras, ‘¿Qué crédito tienen?’ Aquí él está hablando de crédito a Dios, de crédito a la justicia, de crédito a Cristo, de crédito al cristianismo]…Pero si mientras hacen bien soportan sufrimiento, esto es aceptable con Dios… [Por ser una acción de gracia]” (verso 20). Dios se va a encargar de todo a largo plazo. Yo sé, y ustedes saben que cuando tratamos de ejecutar nuestra propia venganza contra alguien, terminamos sintiéndonos miserables, podridos, enojados, acusadores, y demás.
Yo por mi parte también tengo una multa de la cual me tengo que encargar, y voy a tratar de persuadir al juez. Esta multa me la dieron porque—como ustedes saben—en las autopistas de California tienen un carril especial llamado ‘carril diamante’. La regla dice que nadie puede circular por ese carril a menos que vayan dos personas o más en el auto, y en esa ocasión no iba nadie conmigo. Ahora, como ese día habíamos cambiado de horario—y disculpen que me justifique con esto—se me hizo de noche una hora más temprano que en el horario anterior.
Así que me cambié al carril diamante, y pasé una patrulla que estaba en el desnivel interior. La verdad es que no pensé nada cuando la pasé, hasta que vi esas las luces roja y azul por el espejo retrovisor. Como aquí en California son muy exagerados con las multas, lo que hice fue retrasarla sesenta días. Ellos quieren que pague $335 dólares, sin multa por exceso de velocidad. Yo no puedo entrar y decirle al juez, ‘Señoría, ¿sabía usted que Dios es Quien reina en los cielos y que yo soy uno de sus ministros? Más vale que me trate bien—Pero sí puedo decirle, ‘¿No cree que esa cantidad es un poco elevada?’ Así que si pago la multa, eso es aceptable ante Dios—y eso es lo que voy a hacer.
Leamos los versos 21-24 para ver que hay diez partes principales en esto. Es muy importante que las cubramos porque como dice la escritura: “…Para esto fueron llamados…”—y porque el hecho de estar en el mundo pero no ser del mundo, a veces resulta muy difícil.
Estas diez partes de las que hablo, son:
1. “…porque Cristo también sufrió por nosotros…”
2. “…dejándonos un ejemplo…”
3. “…que deberían seguir en Sus pasos…”
4. “…Quien no cometió pecado…”
5. “…ni fue encontrado engaño en Su boca…”
6. “…Quien, cuando fue insultado, no insultó en retorno…”
7. “…cuando sufría, no amenazaba…”
8. “…sino se encomendaba Él mismo a Quien juzga justamente…”
9. “…Quien llevó Él mismo nuestros pecados en Su propio cuerpo sobre el árbol, para que nosotros, estando muertos a los pecados, podamos vivir hacia justicia…”
10. “…y por Cuyos azotes ustedes fueron sanos.”
Veamos algunas escrituras relacionadas a esto, comenzando con Isaías 53.
· Isaías 53 habla sobre una profecía que muchos teólogos llaman: ‘El siervo sufrido,’ la cual habla sobre: Cristo, Quien ha sufrido por nosotros.
Y es interesante que incluso en sus propias Escrituras, Jesús les haya dicho tantas veces: ‘¿Nunca han leído en la ley? ¿Nunca han leído en la Ley de Dios?’ Bueno, ahí está. Está en la Palabra:
Isaías 53:1: “¿Quién ha creído nuestro reporte?... [Porque ellos no les creyeron]…Y ¿A quién es revelado el brazo del SEÑOR? Porque Él crecerá delante de Él como una tierna planta, y como una raíz fuera de tierra seca… [O de una sociedad completamente sin espíritu]…Él no tiene forma ni hermosura para mirarlo, ni belleza para desearlo. Él es despreciado y rechazado de los hombres…” (Versos 1-3). Recuerden que ‘El vino a los Suyos, y los Suyos no le recibieron.’
“…un Hombre de dolores, y familiarizado con la aflicción…” (Verso 3). Supongo que sí. Sólo imaginen tener que padecer todas estas cosas, después de mostrar una justicia perfecta y de estar lleno del Espíritu de Dios. ¿Cuántas veces dice que Jesús experimentó esos sentimientos?
“…y nos escondimos de Él como si fueran nuestras caras…” (Verso 3). No queríamos verla. ¿Qué habrán sentido el Apóstol Juan y la mujer que estuvo de pie ante la cruz en la crucifixión? Ese fue un cumplimiento de estas mismas palabras.
“…fue despreciado, y no lo estimamos. Sin duda ha soportado nuestras enfermedades y llevado nuestros dolores…” (Versos 3-4). ¡Vaya! Jesucristo realmente vivió los dos extremos—porque estando lleno del Espíritu Santo de Dios… Él vio al mundo entero ser engañado y desviado por Satanás el diablo.
“…aun así lo consideramos aquejado, golpeado de Dios y afligido… [Como si hubiera merecido todo lo que recibió]…Pero Él fue herido por nuestras transgresiones; aplastado por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz fue sobre Él; y con Sus latigazos nosotros mismos somos sanos… [Sanar es parte del cristianismo y de la creencia en Dios]…Todos nosotros como ovejas nos hemos extraviado… [Yéndonos para cualquier lado]…hemos vuelto cada uno a su propio camino… [Incluso Pedro dijo ‘Me voy a ir a pescar’, antes de que Cristo le preguntara ‘Pedro, ¿Me amas?’—tres veces le preguntó.]…y el SEÑOR ha colocado sobre Él la iniquidad de todos nosotros” (versos 4-6). Esto fue precisamente lo que expliqué en el capítulo que habla sobre el Cuerpo de Cristo, para responder a la interrogante de ¿Cómo es que Cristo fue capaz de llevar los pecados del mundo entero? Si quieren saberlo, lean ese capítulo.
Verso 7: “Fue oprimido, y afligido; aun así no abrió Su boca. Es traído como un cordero al matadero; y como una oveja delante de su esquilador esta mudo, así Él no abrió Su boca. Por opresión y juicio fue quitado; y con Su generación ¿Quien consideró que Él fuera cortado de la tierra del viviente; por la trasgresión de Mi pueblo Él fuera aquejado?” (Versos 7-8). Todo esto tiene que ver con la vida entera y el sacrificio de Jesucristo.
Verso 9: “Y Él hizo Su sepultura con el malvado, y con el rico en Su muerte; aunque no había hecho violencia, ni hubo ningún engaño en Su boca. Aun así el SEÑOR deseó aplastarlo y Lo ha puesto en aflicción: Tú harás Su vida una ofrenda por el pecado… [Y eso es lo que fue Jesucristo: la ofrenda a Dios por los pecados del mundo entero]…Él verá Su semilla; prolongará Sus días, y que el propósito del SEÑOR pueda prosperar en Su mano… [A través de la resurrección]…Verá el tormento de Su alma. Estará completamente satisfecho. Por Su conocimiento Mi Siervo justo justificará a muchos; y llevará sus iniquidades. Por tanto Yo dividiré para Él una porción con el grande, y Él dividirá el botín con el fuerte; porque ha derramado Su alma hasta la muerte; y fue contado entre los transgresores; y llevó el pecado de muchos, e hizo intercesión por los transgresores” (versos 9-12).
Ahí tenemos uno de los versos más poderosos y dinámicos del Antiguo Testamento, que habla sobre la vida entera de Jesucristo.
· Él es un ejemplo
Juan 15:20: “Recuerden la palabra que les hablé: un siervo no es más grande que su maestro. Si ellos Me persiguieron, los perseguirán a ustedes también. Si guardaron Mi palabra, guardarán la palabra de ustedes también. Pero ellos les harán todas estas cosas por amor a Mi nombre, porque no conocen a Quien Me envió. Si no hubiera venido y no les hubiera hablado, no habrían tenido pecado; pero ahora no tienen nada para cubrir su pecado. Aquel que Me odia, odia también a Mi Padre. Si no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro hombre ha hecho, no habrían tenido pecado; pero ahora han visto y odiado a Mi Padre y a Mí. Pero esto ha sucedido para que el dicho pudiera ser cumplido el cual está escrito en su ley, ‘Ellos Me odiaron sin causa.’ Pero cuando el Consolador haya venido, el cual les enviaré del Padre, el Espíritu de la verdad, el cual procede del Padre, ese dará testimonio de Mí. Entonces ustedes también darán testimonio, porque han estado Conmigo desde el principio” (versos 20-27).
Juan 16:1: “Les he hablado estas cosas, para que no estén ofendidos. Ellos los echarán de las sinagogas; más aún, el tiempo viene en que todo el que los mate, pensará que está rindiendo servicio a Dios. Y les harán estas cosas porque no conocen al Padre, ni a Mí” (versos 1-3). Todo esto tiene que ver con el hecho de que Él nos dejó un ejemplo”—y que a pesar de todas las circunstancias, seguimos el camino de Dios.
{Si quieren también pueden poner en sus notas I Corintios 11:1-2, donde dice: ‘…síganme como sigo a Cristo.’}
· I Pedro 2:21: “…que deberían seguir en Sus pasos…”
Van a haber momentos en los que no va a ser fácil seguir a Cristo—pero siempre debemos preguntarnos: ¿Cómo debemos seguir a Cristo? Nosotros no seguimos a Cristo bajo nuestros términos, ¡Sino bajo Sus Términos!
Lucas 9:57: “Entonces sucedió que al ir yendo por el camino, alguien Le dijo, ‘Te seguiré a donde quiera que vayas, Señor.’” Pero Jesús no le respondió: ‘Ah, ¡Qué bueno escuchar eso jovencito! De verdad aprecio tus palabras.’ ¡NO! Tiene que ser bajo los términos de Jesús—no bajo los nuestros. Nosotros no podemos ir ante Dios y hacer las cosas a nuestra manera. Nosotros nos acercamos a Dios porque queremos hacer las cosas a SU manera.
Verso 58: “Pero Jesús le dijo, ‘Los zorros tienen guaridas, y las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo de hombre no tiene ningún lugar donde poner Su cabeza.’ Luego Él dijo a otro, ‘Sígueme’…” (Versos 58-59). Ahora, aquí está el de la excusa. El primero era celoso pero quería hacer las cosas a su manera. Luego, Jesús se dirige hacia otra persona y le dice: ‘Sígueme.’
“…Y este dijo, ‘Señor, permíteme primero ir y enterrar a mi padre’… [Y ¿Qué le dijo Jesús?: ‘Sí, ve a enterrar a tu padre, ese es un gesto maravilloso de tu parte. Yo sé que ir a un funeral siempre es importante.’ ¿Es eso lo que le dijo? ¡NO!]…Pero Jesús le dijo, ‘Deja que los muertos entierren sus propios muertos, pero tú ve y predica el Reino de Dios.’ Y otro también dijo, ‘Yo Te seguiré, Señor, pero primero permíteme despedirme de aquellos que están en mi casa.’ Pero Jesús le dijo, ‘Ninguno que pone su mano sobre el arado, y mira hacia atrás, es digno del Reino de Dios’” (versos 59-62).
Todas estas cosas nos enseñan que tenemos que seguir a Cristo bajo Sus términos—no los de ninguna otra persona. {Lucas 14:26-29 es otra referencia que pueden poner en sus notas—donde dice que debemos negarlo todo y seguirlo; tomar nuestra cruz y Seguirlo.}
· I Pedro 2:22: “…Quien no cometió pecado…”
Esto es algo que se explica así mismo. Tal vez no tengamos muchas Escrituras para cubrir este punto, pero ese es todo el Evangelio hermanos. ¡Él no cometió pecado! Una cosa que si quiero que entendamos—respecto a no cometer pecado—es que ese estado de justificación es imputado a nosotros. Esa es la parte importante que debemos recordar. Esta justificación no nos es dada para que pequemos más, ni para que nos volvamos auto-justos y condenemos a otros—nos es dada para inspirarnos a que tampoco nosotros queramos pecar.
Romanos 4:20: “Y no dudó la promesa de Dios por incredulidad… [Lo que sea que Dios haya dicho, él le creyó.]…sino que, fue fortalecido en la fe, dando gloria a Dios; Porque fue completamente persuadido que lo que Él ha prometido, es también capaz de hacer” (versos 20-21).
Mantengamos esto en memoria de nuestro llamamiento; mantengámoslo en memoria de la resurrección. Esa es toda la lección del nacimiento de Isaac—porque Abraham no pudo tener a su propio hijo hasta que Dios dijera—y por la falta de vida en el vientre de Sara (siendo Abraham también de cien años). Así que por eso todos somos hijos de Isaac, porque hemos sido llamados de la muerte a la vida. Y así como el nacimiento de Isaac fue un milagro para que se cumplieran las promesas, también es un milagro que:
· Seamos llamados
· Que nuestros pecados sean perdonados,
· Y que tangamos la oportunidad de tener parte en la primera resurrección.
Debemos tener plena confianza en que Dios puede hacer todo lo que ha prometido. ¡Él puede hacerlo!
Verso 22: “Como resultado, eso también le fue imputado por justicia.” Ahí en su margen pueden anotar que el término ‘justicia’ se refiere a ¡una buena posición ante Dios! Y la única buena posición ante Dios es la libertad de pecado que Jesús nos ha imputado a cada uno de nosotros.
· No la merecemos
· No es algo que podamos ganarnos
· No es algo por lo cual podamos trabajar
· No podemos comprarla
· No podemos nacer con ella
· No podemos heredarla
· ¡Es un regalo de Dios!—justicia
Verso 23: “Pero eso no fue escrito por amor a él solamente, que le fue imputado; sino que también fue escrito por amor a nosotros, a quienes será imputado—a aquellos que creen en Él Quien levantó a Jesús nuestro Señor de los muertos; Quien fue entregado por nuestras ofensas y fue levantado para nuestra justificación” (versos 23-25).
Así que, el hecho de que Él no haya pecado y de que eso le haya sido imputado a usted… es lo más importante que podemos comprender y entender.
· I Pedro 1:22: “…ni fue encontrado engaño en Su boca…”
· Verso 23: “…Quien, cuando fue insultado, no insultó en retorno…”
Ahora, Jesús tuvo que hacer esto bajo las circunstancias más difíciles— ¿No es así? Esto sucedió cuando Él estaba siendo acusado en el juicio:
Mateo 26:59: “Ahora, los principales sacerdotes y los ancianos y todo el Sanedrín buscaron evidencia falsa contra Jesús, para que pudieran ponerlo a muerte. Pero ellos no encontraron ninguna. A pesar de que muchos testigos falsos vinieron al frente, ellos no encontraron ninguna evidencia. Entonces al final, dos testigos falsos vinieron al frente y dijeron, ‘Este Hombre dijo, “Yo tengo el poder para destruir el templo de Dios, y para reconstruirlo en tres días.”’ Y el sumo sacerdote se levantó y le dijo, ‘¿No tienes respuesta para lo que éstos están testificando contra Ti?’ Pero Jesús se quedó en silencio…” (Versos 59-63). Por eso dice en el verso 23 que Él no insultó en retorno.
“…Y el sumo sacerdote respondió y le dijo, ‘Te adjuro por el Dios viviente que nos digas si Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.’ Jesús le dijo, ‘Tú lo has dicho. Además, Yo les digo, en el futuro ustedes verán al Hijo de hombre sentado a la mano derecha de poder, y viniendo en las nubes del cielo. Entonces el sumo sacerdote rasgó sus propios vestidos…” (Versos 63-65). Para un Sumo Sacerdote estaba prohibido rasgar sus vestiduras. Por lo tanto, esto muestra la angustia extrema en la que estaban los judíos cuando esto sucedió
“…diciendo, ‘¡Ha blasfemado! ¿Por qué necesitamos más testigos? He aquí, ustedes justo ahora han oído Su blasfemia. ¿Qué piensan?’ Ellos respondieron y dijeron, “¡Él es digno de muerte!’ Entonces ellos escupieron en Su rostro y lo golpearon con sus puños; y algunos lo golpearon con varas, Diciendo, ‘Profetízanos a nosotros, Cristo. ¿Quién es el que te golpeó?’” (Versos 65-68).
Luego la presión comenzó a mostrar sus efectos en Pedro, al negar a Jesús cuando ciertas personas lo reconocen y le dicen: ‘Tú eres uno de ellos.’ El punto es que a pesar de lo mal que se puso la situación, Cristo no respondió ni una palabra.
En Mateo 27:39 leemos las palabras de Jesús cuando estaba a punto de morir: “Luego aquellos que estaban pasando cerca lo criticaban, sacudiendo sus cabezas, y diciendo, ‘Tú Quien destruirías el templo y lo reconstruirías en tres días, sálvate a Ti mismo, si Eres el Hijo de Dios, baja de la cruz’” (versos 39-40). Aquí Jesús tampoco respondió ni dijo: ‘Sólo esperen, y en tres días y medio ¡van a ver algo!’ No lo hizo; Él no les respondió.
Verso 41: “Y en la misma forma también los sacerdotes jefes estaban burlándose, con los escribas y ancianos, diciendo, ‘Salvó a otros, pero no tiene el poder de salvarse a Sí mismo. Si es el Rey de Israel, baje ahora de la cruz, y le creeremos. Él confiaba en Dios; que lo libre ahora, si lo quiere a Él. Porque Él dijo, “Yo soy el Hijo de Dios”’” (versos 41-43). La situación se puso tan mal, que incluso los dos ladrones que estaban crucificados con Él también se burlaban de Él. Pero Jesús no respondió ni una sola palabra.
En Lucas 23:34 hay otro ejemplo muy profundo que Jesús nos dio: “Entonces Jesús dijo… [Mientras todo esto sucedía, y mientras los ladrones le decían ‘¡Sí! ¿Por qué no puedes salvarnos a nosotros?’]…‘Padre, perdónalos, porque no saben lo que están haciendo.’…” ¡Eso es algo fantástico! ¡Es grandioso! Es increíble que Dios haya tenido ese amor, ese espíritu y esa actitud; al pasar por las circunstancias más agonizantes. Él dijo ‘Padre, perdónalos porque no saben lo que están haciendo.’ Él no respondió, ni fue hallado engaño en Su boca.
· I Pedro 2:23: “…cuando sufría, no amenazaba…” {Lo cual ya cubrimos en los puntos 5 y 6}
· “…sino se encomendaba Él mismo a Quien juzga justamente…” (verso 23).
Lucas 23:44: “Esto era como la hora sexta, y oscuridad vino sobre toda la tierra hasta la hora novena. Y el sol fue oscurecido, y el velo del templo fue dividido por la mitad. Y tras gritar con fuerte voz, Jesús dijo, “Padre, en Tus manos encomiendo Mi espíritu.” Y cuando Él había dicho estas cosas, expiró” (versos 44-46). Así que Él se encomendó a Quien juzga justamente.
· I Pedro 2:24: “…Quien llevó Él mismo nuestros pecados en Su propio cuerpo sobre el árbol…”
De nuevo, quiero que presten atención a todo el capítulo—al significado completo del cuerpo de Cristo; a cómo Él fue hecho en la semejanza de la carne pecadora; y a cómo Él tomó dentro de Su propio cuerpo la ‘ley del pecado y la muerte’—que es la misma que nosotros tenemos—para cargar los pecados de todo el mundo, representados por esa misma ley. Él cargó con todo eso en Su propio cuerpo, y lo llevó al árbol (que es el ‘stauros’ o la estaca o el poste que proviene de un árbol).
· I Pedro 2:24: “…para que nosotros, estando muertos a los pecados, podamos vivir hacia justicia…”
Y si quieren sólo pongan Romanos 6 en sus notas—donde dice que ya no debemos vivir para el pecado, sino que debemos vivir para Dios.
· I Pedro 2:24: “…y por Cuyos azotes ustedes fueron sanos.”—y eso nos trae a un círculo completo que comenzó en Isaías 53.
Eso es lo más importante que debemos hacer; es lo más importante que debemos recordar. Veamos lo que dice en I Pedro 2:25: “Porque ustedes eran como ovejas yendo por mal camino, pero ahora han vuelto al Pastor y Guardián de sus almas.”
Antes de terminar quisiera mencionar otra cita sobre la sanación, la cual está en Mateo capítulo ocho. Esto nos muestra que los discípulos sabían y entendían de qué se trataba todo esto—y recuerden que Mateo 8 y 9 reúnen todas las sanaciones distintas y excepcionales que Jesús hizo durante Su ministerio.
Mateo 8:16: “Ahora, cuando vino la tarde trajeron a Él muchos poseídos con demonios, y Él echó fuera a los espíritus por Su palabra, y sanó a todos los que estaban enfermos; Para que pudiera ser cumplido lo que fue hablado por Isaías el profeta, diciendo, ‘Él mismo llevó nuestras enfermedades y soportó nuestras dolencias.’” (Versos 16-17). Así que esto se relaciona directamente con la sanación física.
Hay personas allá afuera quienes dicen que esto no es para sanación física, sino para sanación espiritual, pero la realidad es que: Esto es tanto para sanación física, como para sanación espiritual—de eso se trata el cuerpo y la sangre de Cristo.
Referencias Bíblicas:
· I Pedro 2:9
· Colosenses 1:12-15
· Hechos 26:16-18
· Filipenses 3:20-21
· Apocalipsis 11:15
· II Pedro 2:10
· Efesios 2:8-20
· Oseas 1:1-11
· I Pedro 2:11
· I Juan 2:15-17
· Gálatas 5:16-18
· I Corintios 15:58
· I Pedro 2:12-16
· Juan 8:31-34
· Romanos 5:15, 21
· Romanos 6:1-2, 16-23
· II Pedro 2:17-24
· Isaías 53:1-12
· Juan 15:20-27
· Juan 16:1-3
· I Pedro 2:21
· Lucas 9:57-62
· I Pedro 2:22
· Romanos 4:20-25
· Mateo 26:59-68
· Mateo 27:39-43
· Lucas 23:34
· I Pedro 2:23
· Lucas 23:44-46
· I Pedro 2:24
· I Pedro 2:25
· Mateo 8:16-17
Escrituras utilizadas, no citadas:
· I Corintios 15:1-2, 3:12
· Romanos 7
· I Corintios 6
· Filipenses 4:1
· Santiago 2:5
· Romanos 13
· Gálatas 5
· I Corintios 6:18; 11:1-2
· Lucas 14:26-29
· Romanos 6
· Mateo 9
También utilizados: Sermón & Serie de Sermones:
· Cómo Sería una Iglesia de los Fariseos (Judaísmo vs. Escrituralismo)
· La Pascua de los Rechazados